Se inició la jornada diaria en la Capilla rezando Laudes y Santo Rosario.
Este momento de oración fue guiado por
Fr. Juan Miguel Gutierrez Mendez, OFMCap, Asistente Nacional OFS, Rep.
Dominicana. Siendo las 9:00 hs. dio comienzo la Asamblea Conclusiva, luego de
las orientaciones generales brindada por la hermana Chelito, la comisión de secretaria del Congreso dio
lectura dio lectura al documento sobre las Conclusiones, fruto del trabajo en grupo y la reflexión de
todos.
A continuación los hermanos trabajar en grupo para realizar
sus observaciones, incorporaciones de otras propuestas.
Los
distintos grupos entregaron sus aportes al documento que fueron organizados
para facilitar la votación.
Siendo 10H30 la Asamblea Conclusiva se reunió y comenzando por votar
la sede del X Congreso latinoamericano OFS – JUFRA. El mismo se desarrollará en
el segundo semestre de 2019 en el país de Guatemala. A continuación los
hermanos procedieron a votar los cambios que propuestos al documento conclusivo
del IX Congreso Latinoamericano.
Concluidas las votaciones, el Hno Tibor Krauser dirigió unas palabras de
agradecimiento para los organizadores y les obsequio un presente.
Seguidamente los hermanos participantes se reunieron en torno del altar par
a celebrar la Eucaristía de clausura, presida por Fr. Martin Bitzer, OFM Conv.
Asistente General OFS.
Fr. Martín reflexión en la homilía, evocando que celebramos “la
solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo, estamos conmemorando la entrega de
Jesús, quien no sólo parte el pan sino que se parte Él mismo como Pan de vida
bajado del Cielo y nacido de María Virgen.
En el Evangelio de hoy (Lc 9,11b-17), hemos escuchado cómo antes de que
los discípulos distribuyeran los panes y los pescados a la gente, Jesús realizó
varios gestos.
En primer lugar, organizó a la asamblea: “Hagan que se sienten en grupos
como de cincuenta”. Un Congreso no se improvisa: tiene un antes, un durante y
un después. Es el eslabón de una cadena de Congresos.
En segundo lugar, “Jesús tomó en sus manos los cinco panes y los dos
pescados”, es decir lo que tenía. Nosotros también estamos llamados a tomar en
nuestras manos nuestra vida, mediante la experiencia y la decisión de vivir
cristianamente, no mundanamente.
Tercer gesto: “levantó su mirada al cielo”. Si un Congreso no nos invita
a levantar nuestra mirada al cielo, de donde viene todo don divino, no nos ha
servido de nada.
¡Cuánto bien nos hace el cuarto gesto de
Jesús!: “Pronunció sobre los panes y pescados una oración de acción de
gracias”. Nunca nos cansaremos de ser agradecidos y de valorar el trabajo de
los hermanos a todos los niveles.
En quinto lugar, Jesús partió los alimentos y
los fue dando. ¿Seremos capaces de acoger el don de Dios, su abundante
misericordia, mediante los sacramentos: la confesión, la eucaristía, una vida
matrimonial santa, una vida sacerdotal ejemplar?
Finalmente, el Evangelio nos dice que Jesús realizó todos estos gestos
con una finalidad: “para que los discípulos los distribuyeran entra la gente”.
¿Seremos capaces de hacer que la riqueza de este Congreso llegue a los hermanos
de nuestras Fraternidades nacionales y locales?
A los jóvenes, a los franciscanos seglares y a los asistentes
espirituales, me gustaría decirles que ante las dificultades no se desanimen.
Cuando era niño, en las largas caminatas por las montañas que hacíamos durante
los campamentos, nuestros dirigentes nos enseñaron este canto: “¡No se
desanime, camine, camine!” (“Don’t get descouraged, keep walking!”)”.
Finalizada la celebración Fr. Armando Trujillo Cano TOR, Asistente
General y Presidente de Conferencia Asistentes Generales (CAS) del CIOFS,
dirigió unas palabras de agradecimiento a todos los asistentes Nacionales
presentes durante el encuentro, en modo especial a Fr. Willan Mora González,OFM, Asistente Nacional OFS de Ecuador, quien organizó
la liturgia.
Seguidamente en un momento muy emotivo, Fr. Amando brindo un profundo
agradecimiento a Fr. Martín por su
entrega y donación fraterna en estos 12 años al servicio de la OFS como
Asistente General, que concluyen prontamente.
El Congreso finalizó con el almuerzo fraterno y los hermanos
emprendieron el camino de retorno, con
el corazón lleno de la gracia de Dios y el don de haber experimentado la
fraternidad, con la misión de salir a evangelizar nuestro continente desde la experiencia de familia, fraternidad y
misericordia.